Título: The Masked Truth
Autor: Kelley Armstrong
Editorial: Doubleday Canada
Año de Publicación: 2015
Idioma: Inglés
Serie: Ninguna
Páginas: 340
Riley Vásquez es atormentada por el brutal asesinato de la pareja a quien le cuidaba a su hija.
Max Cross está sufriendo bajo la sombra de un diagnóstico que altera su vida y que no se atreve a revelar.
Lo último que cualquiera de los dos quiere es pasar un fin de semana en un grupo de terapia junto a otros cinco adolescentes con "problemas". Pero eso es exactamente donde están cuando tres hombres enmascarados irrumpen en el lugar y los toma como rehenes.
El edificio no tiene ventanas. Las salidas están selladas. No traen celulares. Y sus captores han decidido cazarlos a todos.
Riley y Max saben que si no pueden salir, serán los siguientes, pero están a punto de descubrir que incluso escapar no significa libertad.
Cuando Kelley Armstrong escribió The Summoning (Primer libro de
la serie Darkest powers) sobre chicos sobrenaturales que no sabían que lo eran,
metió la idea de que la personaje principal que era una nigromante, fuera
diagnosticada de esquizofrenia porque veía cosas que los demás no veían
(fantasmas). La idea de tener chicos con problemas mentales era una que tenía
desde entonces, pero en ese caso, había una razón sobrenatural para lo que
pasaba así que Armstrong no tuvo la oportunidad de expandirse en esta área de
psicosis. Ahora, con The Masked Truth, Armstrong tuvo rienda suelta para adentrarse
en las mentes perturbadas de varios adolescentes y sus reacciones ante una
situación muy estresante.
Riley Vazquez estaba cuidando a una niña cuando los padres de la pequeñita son
brutalmente asesinados. Ella y la pequeña salieron ilesas. Uno pensaría que,
como todos los demás dicen, ella es una heroína por proteger a la pequeña, pero
no es así como se siente. Así que por los últimos cuatro meses ha estado en
terapia. Y su terapeuta ha recomendado una terapia grupal en un lugar remoto
donde los chicos puedan tener paz y tranquilidad para hablar de sus problemas.
Pero eso no es lo que pasa cuando de pronto aparecen 3 hombres armados. El
padre de uno de los chicos es millonario y ahora todos son rehenes hasta que
estos hombres obtengan su dinero.
La sinopsis es bastante sencilla y yo creía que la historia
también lo sería. Sé que la autora puede inventarse historias sorprendentes
pero en esta ocasión se voló la barda con la novela que nos entregó. Los
problemas empiezan desde el inicio, generalmente los autores te dejan conocer
un poco a los personajes antes de aventarlos a una situación imposible pero en
este caso prácticamente se acaban de sentar cuando son arrojados a las manos de
los secuestradores y las cosas se desarrollan rápidamente desde ahí.
Cada cuantos capítulos narrados en primera persona por Riley,
tenemos un capítulo de Max, donde, en tercera persona vamos conociendo como es
que funciona su cerebro y como él logra manejar la situación. Su voz, sobretodo
en los primeros capítulos es bastante trastornada pero se sentía muy real
debido a su enfermedad. Lo cual me hace pensar en lo importante que es tener a
un autor experimentado al momento de dar voz a un personaje porque hace poco
inicié un libro donde la protagonista también está un poco desquiciada pero su
narración me hartó de inmediato y no he podido seguir con la lectura. Pero
nunca me cansé de Max, el chico tenía mucho que ofrecer y una vez que la situación
se calmó un poco y ya no tenía 3 asesinos tras él (además de que ya se estaba
tomando su medicamento) estar en su cabeza era mucho menos caótico. Al final
terminé encariñándome mucho con él.
La voz de Riley, no está mucho mejor. Trata de explicar lo que
está sucediendo pero su mente la lleva a pensar otras cosas y aunque sus
desvaríos no afectan sus actos, si nos permiten sentir exactamente como es que
está lidiando con todo lo que pasa y es que más que enfocarnos con el exterior,
en este thriller analizamos más lo que está pasando en el interior de estos
chicos con problemas. Y son bastantes problemas los que enfrenta Riley. Tal vez
no es tan severo como el caso de Max, pero podemos, de igual manera, percibir
el trastorno de la chica. Todo el mundo piensa que es una heroína pero ella
simplemente se siente como una cobarde por haberse escondido, incluso cuando
eso permitió mantener a esa pequeña a salvo. Generalmente este tipo de
protagonistas me cae mal, cuando solo se la pasa pensando en que pudo haber hecho
más y todo eso, pero en este caso Armstrong nos mete tan de lleno en la cabeza
de Riley que podemos entender esa frustración que ella misma siente por no
poder simplemente salir adelante y hace que se convierta en un personaje al que
queramos ayudar en lugar de solo cachetearla y decirle “¡Ya continúa con tu
vida!”.
Me gustó mucho el libro, y aunque en un principio como que no
lograba atraparme, no pasaron ni 50 páginas antes de que ya no lo pudiera
soltar. La historia tomó un rumbo que no me esperaba y que dividió en dos el
libro a pesar de no necesitar la especificación de “parte uno” y “parte dos”.
No solo se siente en el ritmo de la narración sino en la actitud y pensamiento
de los personajes. Disfruté del libro en ambas partes y me recuerdan porque
adoro a esta autora.
Le doy 4.5 a The Masked Truth de Kelley Armstrong
Saludos!!
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